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| Foto propia de mi abuelo |
Todo comienza en el 2013, cuando se aprueba la "Ley 23/2013 de diciembre, reguladora del factor de sostenibilidad y del 'indice de Revalorización del Sistema de pensiones de la Seguridad Social".
Empecemos por hablar del factor de sostenibilidad, que se trata de un instrumento que vincula el importe de las pensiones con la esperanza de vida, partiendo de los 67 años. Esto quiere decir que condiciona la cantidad recibida de pensión con los años que se estima estarán recibiéndola los ciudadanos que se encuentren en esta contingencia.
Continuaremos abordando el denominado Índice de Revalorización, cuya implantación supuso la refundición o modificación del Real Decreto Ley 1/1994. Esta refundición deja a este nuevo índice como sustituto del IPC, con lo que los pensionistas quedan indefensos ante una posible pérdida de nivel adquisitivo o capacidad de compra, pues no se utiliza como regulador el índice del precio al consumo con el cual las pensiones subían si lo hacían el precio de consumo, sino que el nuevo regulador se calcula mediante una compleja fórmula que tiene en cuenta tanto ingresos como gastos de la Seguridad Social, y que fija un mínimo de 0,25% de subida de las pensiones. Este nuevo índice tenía fijado como máximo un incremento del 0,25% si las pensiones eran superiores al IPC, lo que modificó el Senado con una enmienda del PP elevándolo hasta el 0,5% por encima del IPC.
En resumen lo que fija es que las pensiones subirán según los ingresos y gastos que tenga la Seguridad Social y no siguiendo la subida de los precios, además estos ingresos y gastos de la SS se medirán de un período de 11 años, teniendo en cuenta los 5 anteriores, los del ejercicio vigente, y una previsión de los posteriores.
Empecemos por hablar del factor de sostenibilidad, que se trata de un instrumento que vincula el importe de las pensiones con la esperanza de vida, partiendo de los 67 años. Esto quiere decir que condiciona la cantidad recibida de pensión con los años que se estima estarán recibiéndola los ciudadanos que se encuentren en esta contingencia.
Continuaremos abordando el denominado Índice de Revalorización, cuya implantación supuso la refundición o modificación del Real Decreto Ley 1/1994. Esta refundición deja a este nuevo índice como sustituto del IPC, con lo que los pensionistas quedan indefensos ante una posible pérdida de nivel adquisitivo o capacidad de compra, pues no se utiliza como regulador el índice del precio al consumo con el cual las pensiones subían si lo hacían el precio de consumo, sino que el nuevo regulador se calcula mediante una compleja fórmula que tiene en cuenta tanto ingresos como gastos de la Seguridad Social, y que fija un mínimo de 0,25% de subida de las pensiones. Este nuevo índice tenía fijado como máximo un incremento del 0,25% si las pensiones eran superiores al IPC, lo que modificó el Senado con una enmienda del PP elevándolo hasta el 0,5% por encima del IPC.
En resumen lo que fija es que las pensiones subirán según los ingresos y gastos que tenga la Seguridad Social y no siguiendo la subida de los precios, además estos ingresos y gastos de la SS se medirán de un período de 11 años, teniendo en cuenta los 5 anteriores, los del ejercicio vigente, y una previsión de los posteriores.
Con todo esto, ya ha confirmado el Gobierno que las pensiones subirán un 0,25% en 2015, mientras que se augura una subida de precios del 0,6, por lo que los pensionistas perderán 3,5 décimas de poder adquisitvo.
